22/1/09

Delirium Tremens - Etapas XI, XII, XIII, XIV

Etapa XI: Declaración de independencia: Libertad, respiremos

De vuelta a la oscuridad. Nos encontramos ante el nivel once.
Somos tan buenas personas, tan generosas, tan amables que consideramos que no estamos hechos para vivir en un mundo tan cruel, tan oscuro, y tan superficial como éste.
No encuentras una sola razón con la que explicar porqué el mundo te trata tan mal. Así, entiendes que no puedes dominar el mundo, pero si tu vida y cargados de ideales que sacamos de los recuerdos de declaraciones de independencia, de libertad, igualdad y fraternidad que rondan desde hace mucho por nuestras mentes, declaramos que solamente nosotros gobernamos en nuestra vida y decidimos que nadie, absolutamente nadie, va a dirigir nuestro camino.
En este contexto, tu pareja se convierte en tu mayor enemigo. Nadie va a privarte de tu libertad y él/ella se empeña en conducir tu vida; se enfada si no haces caso, si rompes planes hechos con él/ella previamente sólo porque ahora tienes un plan mejor o simplemente porque en este preciso instante no te da la gana de hacerlo.
Hablando de historia, de dichos y refranes, en esos momentos podríamos recordar aquella frase tan usada que dice algo así como:"No hagas a los demás aquello que no deseas que te hagan a ti".
Pero, ¿sabes qué? No pensamos en eso, y ¿sabes por qué? Porque el ser humano, además de tonto y cobarde, también es egoísta y egocéntrico por naturaleza.

Etapa XII: Compartir nuestra amargura

Estoy segura de que a todos nos han dicho alguna vez la famosa y maldita frase: Tenemos que hablar...y/o sus derivadas. Mal presagio: sufrimiento, abandono y desesperación.
Hasta ese preciso momento no somos conscientes de la gravedad del asunto y llega el nivel doce: el arrepentimiento.
Nos damos cuenta entonces de la cantidad de veces que le hemos fallado, de las cosas que podríamos haber hecho mejor, de los malos momentos que podríamos haber evitado. En ese instante te das cuenta de lo importante que es ese otro ser para ti. Aún le amamos.


Etapa XIII: Volviendo al amor.


De repente te das cuenta de que no estabas en un cuarto a oscuras, sino que tu mismo/a te estabas tapando los ojos con el desánimo y la desgana. De repente ves a tu pareja y él/ella sigue brillando como el primer día.
Ha madurado y yo también lo he hecho, pero la esencia sigue siendo la misma.
Es la hora de empezar de cero, de dejar los reproches a un lado, al igual que esa especie de odio que te lleva a considerar en algunos momentos tu relación como un campo de batalla.
Qué bien hace al ser humano la expresión: Haz el amor y no la guerra.

Etapa XIV: Círculo vicioso.

Quieres volver a pasear una y otra vez por los mismos lugares que tanto conoces, ir de nuevo al cine hasta agotar la cartelera, comer en tantos restaurantes que terminemos aprendiendo el menú como antes, quieres que tus conversaciones se tornen repetitivas de tanto hablar, reír y discutir con él/ella, quieres que tus fotos vuelvan a reflejar los paisajes; y sobre todo, lo más importante, quieres que tus fotos vuelvan a reflejar la misma felicidad que reflejaban entonces.
Nivel catorce: El hombre sí tropieza dos veces con la misma piedra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario