19/1/09

Delirium Tremens. Etapas IV, V, VI y VII


Etapa IV: ¿Repetimos? ¿Qué hacer ahora?

Aparece ante nosotros el cuarto nivel. Nos queremos, nos gusta estar juntos, nos gusta hablar, nos gusta su compañía, pero...¿Qué hacemos ahora? Ya hemos paseado por todos los sitios que conocemos, hemos ido una y otra vez al cine hasta agotar las películas que hay en cartelera; hemos desayunado, almorzado y cenado en mil y un restaurantes hasta aprendernos de memoria el menú; hemos ido a la playa y a la montaña, a la ciudad y al campo; hemos hablado, reído y discutido hasta la saciedad; nuestras conversaciones se tornan repetitivas; nuestras fotos comienzan a reflejar los mismos paisajes... ¿qué hacer ahora?¿será que no somos tan maravillosos como en un principio creímos ser y hemos pasado todo este tiempo engañándonos?¿será que ya no nos amamos como antes?¿qué hacer?

Etapa V: El ser humano es tonto por naturaleza.

!Obvio que le sigues amando! ¿Por qué sino te harías esas preguntas tan absurdas? Acabas de ascender al quinto nivel. Al igual que antes le dabas paso al amor, ahora debes dar paso a a rutina y a la vida en pareja.
Las cosas han de cambiar. Deben cambiar nos guste o no, pero el ser humano, que es tonto por naturaleza, siempre asume que los cambios son a peor y, como ya sabemos, aunque cueste asumirlo, siempre terminamos creyendo aquello que deseamos creer.

Etapa VI: ¿Lo predecible es bueno o malo?

El sexto escalón. Con el tiempo empiezas a conocer sus puntos débiles, sus manías y llegas incluso a predecir lo que va a pensar, decir o hacer en incontables ocasiones. Cuando estás en plena relación esto será para el ser humano una muestra de que algo va mal: lo predecible lleva al aburrimiento diremos.
No somos capaces de meditar este asunto desde un punto de vista más imparcial y pensar, por ejemplo, que esto es una muestra de que comenzamos a conocer a nuestra pareja y el conocimiento da lugar a la confianza y la confianza es la base de cualquier relación personal.
No somos capaces de pensar en algo positivo cuando el temor a que algo se rompa o se haga común en nuestras vidas se presenta ante nosotros.
El ser humano además de tonto es cobarde por naturaleza.
La cobardía como cualidad innata en el hombre - sería un título de novela interesante, creo yo -.

Etapa VII: Dudando, dudando...

Bienvenidos al séptimo nivel. Momento delicado para las relaciones amorosas.
Empieza a rondar por tu mente la idea de romper con tu pareja. Quizá estemos mejor separados. Quizá esté mejor con otra persona. Crees que serás capaz de encontrar a otro/a que te haga sentir aquello que sentías cuando empezó la relación con tu pareja.
Te corroe la culpa por pensar en otros/as cuando aún estás comprometido con alguien, pero igual sigues creyendo que con otra persona las conversaciones serán más interesantes, que el sexo también será mejor, que reirás más con otro/a que con tu actual pareja y un largo etcétera de supuestos que nos hacen olvidar el porqué estamos con nuestra pareja y no con otro/a.

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