8/11/09

Latido...latido...latido...


Y tenía una duda que me corroía y es que no entendía porqué no extrañaba a quien debía extrañar aún cuando me forzaba a sentir pena por no sentir nada. Y es que me asustaba ver que en cada recuerdo que podía provocarme esa deseada pena la persona no era quien debía ser, era él, el de siempre.
Y me pregunto ahora si alguna vez he llegado a sentir cualquier tipo de sentimiento, bueno o malo, alegría o pena, sin ser por él.
Y no estoy preparada para enfrentarme a él. Más bien no tenía idea de cómo hacerlo. Y me aterraba la simple idea de hablarle de nuevo, pero el deseo fue más fuerte que mi timidez.
Y cuando creí que se negaría, apareció.

Latido... latido...latido...

Hacía tanto que no sentía esto que duele... Soy capaz de escuchar los latidos de mi corazón... me duele el pecho...me tiembla todo...
¿Para qué avanzar? ¿Por qué dejarlo pasar?
Siento...

Latido...latido...latido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario