22/4/12

Natural

Y es que con el tiempo aprendes que nada de lo que has aprendido tiene sentido, sino eres capaz de volver a empezar, de volver al inicio de todo, y el principio de todo es lo natural.
Con todo esto he aprendido lo importante de alejarse del ruido, de la gente, de lo industrial...
Estoy aprendiendo a desconectar.
Hace unos meses adopté a mi "fiel" compañero Odín. Con su llegada esperaba a un tierno cachorrito al que querer a cambio de su compañía, pero en lugar de eso, ahora tengo a un demonio en casa. Resulta realmente agotador cuidar de él.
Sin embargo, y gracias a él, me estoy reconciliando con la naturaleza.
Cada fin de semana nos vamos de excursión a la montaña. Con Odín tengo la excusa perfecta para que descarguemos los dos.
Sentada a los pies de un viejo centenario, sacando tantas fotos como el disparador de mi cámara permitía, y viendo cómo Odín corría loco de contento en libertad, entendí que sólo allí éramos realmente libres.
Allí arriba no hay pensamientos continuos; no hay sombras, ni recuerdos de historias que me alejen de lo que realmente soy.
Allí arriba no existe el trabajo, ni la casa, ni existes tú...
Allí arriba lo único que importa es poner un pie delante del otro y no parar de andar nunca.
De vuelta a casa con la mente despejada y con la sensación de haber encontrado un nuevo rincón de paz.
Es tan sencillo como seguir andando...

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